Resumen :Abel, Dios del Sol, retorna a la Tierra y decide extinguir a la humanidad porque considera que ha llegado a un estado decadente. Saori y los Santos de bronce lucharán para que Abel no cumpla su propósito.
Argumento :
La llegada del dios de la corona solar Febo Abel en España ó Efebo Abel en México, vuelve a la Tierra y se encuentra con su hermana menor Atenea (Saori Kido). El reencuentro está lleno de felicidad y ambos juguetean como niños pequeños. Luego ambos descansan en la casa de campo de Saori, mientras conversan sobre el motivo de la reencarnación de Abel. Además son custodiados por los Santos de la corona: Atlas de la estrella de Carina de keel, Jao de la estrella del Lince y Berenguer de la estrella de Coma Berenice. Abel le explica a Saori, que ha regresado a la tierra para castigar a los humanos por haber contaminado la tierra con maldad. Es decir, la Tierra será arrasada y en ella perecerán todos los seres humanos.
En este momento, Seiya, Shiryū, Hyōga y Shun aparecen en la casa de Saori y se sorprenden al ver la presencia de estos intrusos. Atlas le indica a Seiya, que a partir de este momento, él y los otros Santos de la corona se encargaran de la protección de Abel y Atenea. Luego de presentarse cada uno, les hacen notar la presencia de otros invitados "especiales". Los Santos de oro,Saga de Geminis,Deathmask de Cancer,Shura de Capricornio,Camus de Acuario y Afrodita de Piscis que murieron en la batalla de las doce casas, también se encuentran ahí, resucitados por el poder de Abel.
Seiya se resiste a abandonar el lugar, dejando sola a Saori, y por ello es atacado por Atlas. Sin embargo, Saori ratifica su deseo de que Seiya y los demás no peleen más y que su protección estaría a cargo de los Santos de la corona y de los Santos de oro resucitados. Luego abandona el lugar con Abel.
En la casa de Seiya, los Santos de bronce consternados discuten acerca de lo sucedido y sobre todo Seiya quien rehúsa aceptar esta situación. Desesperado huye sólo y llora amargamente.
El ataque de la diosa :
Saori y Abel disfrutan del día en el Santuario de Abel, cercano al de Atenea, en aparente felicidad. Mientras Abel toca una bella melodía con su arpa, Atenea escucha complacida. Sin embargo, en un aparente descuido del dios, Atenea intenta atacarlo con el poder de su báculo. Sin embargo, el poder de leer la mente del dios, lo ayuda a contraatacar. Saori le revela sus verdaderas intenciones de proteger a la Tierra aún si tiene que luchar contra su hermano, por lo que Abel sin mayores problemas, le quita la vida. Este hecho, es percibido en la distancia por los Santos de bronce, entre ellos Seiya que corre por la calle llorando, triste y desesperado. Los Santos de oro: Shura y Camus, reaccionan violentamente ante lo sucedido, pero son asesinados por los Santos de la corona, mientras observan a Abel llevarse el cuerpo sin vida de Atenea. Afrodita, Máscara de muerte y Saga se arrodillan ante Abel pero se ve como Saga reacciona con ira al cambiar sus ojos de color azul a un rojo sangre.
Se inician los combates :
Seiya va directamente a Dignity Hill (Colina de la Dignidad) en los alrededores del Templo de la corona, donde reside Abel, pero es interceptado por Atlas de Carina. Mientras tanto, Shiryū, Hyōga y Shun, se encuentra en los alrededores y deciden luchar, ya no para salvar a Atenea, sino para derrotar a Abel y de esta manera proteger a la Tierra. Los tres se separan y acuerdan encontrarse en el Templo de la Corona. Por otro lado Seiya es completamente derrotado por el poder de Atlas.
Shiryū se encuentra con Máscara de muerte, Santo de oro de Cáncer, a quien derrotó en la batalla de las doce casas. Sin embargo en esta oportunidad, Máscara de la muerte es capaz de detener el Dragón Ascendente de Shiryū y lo envía a la entrada al mundo de los muertos, tal como lo hizo en la casa de Cáncer. Allí Shiryū ve a Saori, que aún no ha caído por la entrada al mundo de los muertos. Con este conocimiento, Shiryū muestra su verdadera intención, que era justamente averiguar si todavía había oportunidad de salvar a Atenea y luego le demuestra a Máscara de muerte, el terrible poder del dragón. Con la muerte de su rival, Shiryū retorna al mundo real, sólo para ser atacado por la espalda por Berenguer de Coma Berenice.
En otro lugar, Shun se encuentra con Afrodita, Santo de oro de Piscis, a quien derrotó en la batalla de las doce casas. Esta vez Afrodita no está dispuesto a perder y ataca a Shun con su Rosa sangrienta, que se clava en su pecho. Esta vez, Shun ha perdido, pero afortunadamente Ikki aparece y derrota a Afrodita con su ataque más poderoso, sin embargo, ambos son atacados a traición por Atlas.
Mientras tanto, Saga, Santo de oro de Géminis, encuentra a un moribundo Seiya, y le cuenta sobre las verdaderas intenciones de Atenea al separarse de los Santos de bronce. Seiya se motiva con la esperanza de destruir a Abel y se enfrenta a Saga, pero éste le hace ver que de esta manera no podrá derrotar al dios y lo ataca con su Explosión de Galaxias. Le revela que Atenea aún no ha muerto y que es posible salvarla, antes de que caiga por el pozo de la muerte.
Hyōga, llega al Templo de la Corona y se encuentra a Abel, quien le solicita que construya una ataúd de hielo para Atenea. Debido a la obvia negativa de Hyōga, Berenguer de Coma Berenice se enfrenta a él y con sus ataque de cabellos parece derrotarlo. Sin embargo Hyōga recuerda los consejos de su madre y con un poderoso contraataque congela a Berenice, mientras Shiryū, Shun e Ikki se dirigen al Templo de la Corona.
Seiya motivado por los comentarios de Saga, enciende su cosmos al máximo y finalmente derrota a Saga con sus poderosos meteoros. Sin embargo, aparece Jao de Lince quien termina enfrentándose con Saga, quien presiona a Seiya para que acuda al templo. Saga explota su cosmos llevándose por los aires a un desesperado Jao, muriendo ambos en el ascenso.
El enfrentamiento final :
Los Santos van llegando al Templo de la corona al son de la melodía "La marcha de los Santos Escarlata", y son derrotados uno a uno por Atlas. Hyōga, Shun, Ikki, Shiryū y finalmente Seiya son vencidos por el terrible poder de Atlas. Los santos de bronce pierden toda esperanza al observar la derrota de Seiya. Comienza la melodía "Deucalion Deluge" (Diluvio de Deucalión) y Abel dicta la sentencia: se acerca el fin de esta Tierra mientras Atlas entra al templo de su señor pidiendo disculpas por haberlo cubierto por la sangre de los Santos de Bronce. Dohko está triste pues no podrá hacer nada por su púpilo. Shiryū cree que finalmente no podrán salvar a Atenea y a la Tierra. Sin embargo, Seiya recuerda que ése es su único deber proteger a Atenea y a esta tierra y que Saga murió para enseñárselo "¡elevar el cosmo al infinito y usar los siete sentidos sólo puede ser logrado por alguien que tenga la fuerza y la esperanza para concluir cualquier batalla!" y enciende su cosmos a un nivel ilimitado diciendo "No importa que nuestros cuerpos estén desechos, nuestro cosmos es inmortal, voy a elevar mi Cosmos al infinito. Incendiate, asciende al cosmos infinito", Shiryū e Hyōga lo imitan dedicándoselo a sus maestros y son cubiertos por las armaduras de los Santos de Oro de Sagitario, Libra y Acuario respectivamente y saben que el cosmos de los guerreros sagrados dorados que cayeron por salvar a Atenea los protege.